viernes, 30 de diciembre de 2011

MERIKRISMAS

Vamos a ver, no es que ODIE la navidad, pero es que me jode...porque me recuerda que nunca tuve esa familia perfecta que sale en las pelis por estas fechas. Ni la tuve, ni la tendré. Mis navidades infantiles, siempre fueron una mierda...bueno en general mi infancia fue una mierda, y la navidades de mierda me recuerdan toooda mi mierda de infancia.
Este año me está resultando especialmente duro, será que me hago mayor. La salud está siendo mi talón de aquiles. La familia que me gusta está lejos y la que no me gusta me está tocando los cojones. Al menos mi curro y mis maravillosos enanos me lo están haciendo menos difícil. Y aunque no os deis cuenta, vosotros con vuestros comentarios, vuestros "me gusta" también.


Dejando ésto claro, os deseo:
mucha salud (la que yo no tengo), 
muchos arrestos para enfrentarnos a lo que nos viene, 
una gotita de mala ostia para desahogarse con los demás, 
dinero a raudales (seguro que no tenéis sino no estaríais leyendo ésto),
buen humor que siempre es necesario, 
sexo del bueno (ahí lo dejo),
y que saquemos bondad calentita del fondo de nuestros helados corazones para que seamos mejores personas. 





domingo, 18 de diciembre de 2011

A vueltas con la igualdad.....que pesada soy!

Todas las madres tenemos la sensación de que tiramos del carro más que los hombres, porque en general es verdad. Ellos ven los hijos como una obligación mas, y nosotros los vemos como LA PRIORIDAD. Es cuestión de educación y va a costar mucho cambiarlo.


No suelen pedir días en el trabajo ( ya lo hacemos nosotras) para llevarles al médico, lo de llevarles a los cumples de sus amigos lo transforman en una odisea y no hablemos de recitales, exhibiciones o audiciones de las extraescolares.
Lo peor es que nosotras no podemos negarnos, nadie lo entendería, ni ellos, ni los abuelos, ni las otras madres que es lo peor.
¿Y qué pasa si yo digo que no le llevo al cumple ? Su padre no le va a llevar, vale. Yo tampoco. ¿Qué pasa? Estoy poniendo mi trabajo o mi vida antes que las necesidades de mi hijo. ¿Ah no! Eso no. No se me permite. 
Que lo haga un hombre es normal, que lo haga una mujer no.


Es curioso, si una mujer no se coge  la baja por maternidad y decide que su trabajo es más importante que los primeros años de la vida de su hijo, se la critica inmediatamente. Ella verá, ¿no?
Que lo haga un hombre es normal, que lo haga una mujer no.


Ningún hombre se plantea dejar de trabajar unos años para criar a su hijo, aunque cobre menos que su mujer. Los hombres siguen con su trabajo y muuuuy pocos se cogen la baja de maternidad compartida. 
Que lo haga un hombre es normal, que lo haga una mujer no.


Es que ha costado mucho conseguir tener el derecho a la baja maternal ...bla , bla....Ya  y ha sido un gran avance, pero no deja de ser un derecho. Los hombres también lo tienen. Tenemos  la opción de usar nuestros derechos o no usarlos. La libertad significa tener la posibilidad de decidir. Yo decido hacer lo que yo quiero con mi vida. Y decida lo que decida se me tiene que respetar porque soy una persona. Y puedo decidir no cogerme la baja, si considero que es lo mejor en ese momento.
Que lo haga un hombre es normal, que lo haga una mujer no.


Sé que le doy muchas vueltas al tema de la igualdad sexual. Pero es que todos los días me encuentro mujeres que critican a otra mujeres por tomar decisiones poco femeninas, poco maternales o poco "lo-que-se-espera -de-nosotras" y no me gusta. Así no se avanza, se retrocede.

domingo, 4 de diciembre de 2011

Rabia II

Y aquí estoy a moco tendido. 
Sí, te lo he dicho, pero casi como una súplica. Mierda! No entiendes mi indignación, mi dolor, mi rabia.... Ni tu lo entiendes, ni yo lo expreso como debiera. 

Rabia. No sé si al menos la ves...quizás ni la mires, ¡cómo vas a verla!

No le estas dado la importancia que tiene a ésto. De verdad no estoy dispuesta a aguantarlo más. De verdad.

Rabia

¿Quién te crees para tratarme así? ¿Quien? ¿Qué te da derecho a hablarme como si tuvieras poder sobre mí?, ¿como si pudieras decirme todo lo que te de la gana? No es así. Yo no te hablo así jamás, no hagas tú lo mismo.

¿Y se supone que tengo que aguantar y callarme? ¿O darte la razón, o entonar el mea culpa?

Da igual lo que digas, tengas o no razón. La perdiste desde el momento que me gritaste y me hablaste con desprecio. No importa tu razonamiento mientras me hables así, como si yo fuera una mierda.
Respétame, te lo exijo. No pienso aceptar menos, no es posible. Aún me importo. No dejaré que me pises sin al menos quejarme. Ni siquiera debería aguantar el pisotón...pero a veces tardo en reaccionar, de éso te vales. Pues hasta aquí. Se acabó.

De hecho, en vez de escribir, voy a parar y voy a decírtelo...ahora mismo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

Somos diferentes, lo sabemos.

Somos diferentes, lo sabemos.
No nos gusta lo que a todo el mundo, no vestimos como la media, escuchamos otra música...  En general huímos de lo convencional, muchas veces de manera inconsciente y otras no. 


Cuando éramos niñas, nos hacían avergonzarnos por ser así. Se reían de nosotras, nos denostaban. Queríamos encajar en el grupo, pero simplemente no podíamos. Con el tiempo dejamos de intentarlo. No nos quieren no las queremos. 





Ya de jovencitas seguimos con nuestro peculiar sentido de la moda, nuestros amigos diferentes y nuestras nuevas señas de identidad. Empezamos a saborear la diferencia y a disfrutarla. Como nadie nos entendía creamos nuestro mundo, nuestro geto, en el que nos sentíamos seguras. Las demás son las malas, nosotras molamos.





Te haces adulta y sufres las primeras putadas. Te das cuenta de que hay gente buena o/y mala en todos los lados...que no se puede generalizar...que cada uno tiene su pasado y se comporta de acuerdo a lo que ha vivido...bla bla....
Eso, te lo enseña la experiencia como he dicho y en cierto modo la lógica. Pero en ocasiones (veo muertos) la realidad te devuelve a tu infancia y vuelves a revivir el desprecio y la incomprension de algunas personas. Gente, ya bien mayor, que se dejan llevar por tonterías infantiles como la primera impresión, el qué dirán, la envidia y el miedo a lo diferente. Pues bien, esa gente te puede hacer sentir como una mierdecilla. Apestosa. Insignificante. Estúpida. Incapaz. Ridícula. Cuando en realidad, las pobres de mente son ellas...ELLAS. Ellas que malmeten sin saber, que juzgan sin comprobar, que critican sin conocer....



Debemos de ser fuertes, y mantenernos firmes en nuestras convicciones. 

¡Gritarlo alto y claro! 
¡Somos las mejores, las putas amas!

Somos las mejores como amigas porque nuestra amistad es indestructible al estar basada en amor de verdad y no en el interés.

Somos las mejores como madres porque educamos a nuestros hijos en el respeto a los diferentes y no en lo importante que es ser un triunfador.

Somos las mejores como pareja porque no nos importan las apariencias, ni para escoger ni para amar. Valoramos el interior de nuestra pareja y no su exterior, ni su estatus.

Somos las mejores como currelas porque conocemos el valor del esfuerzo y no estamos acostumbradas a tener las cosas fáciles en la vida.

Somos las mejores como personas porque tenemos unos principios cojonudos de los que ELLAS deberían tomar nota.

Somos creativas, inteligentes, indestructibles, atrevidas, luchadoras, buenas personas,  emprendedoras, soñadoras, de verdad, currantas, tiernas, ingeniosas, reivindicativas,  curiosas, cariñosas, reflexivas, románticas.... ¡¡SOMOS LA OSTIA!!







Podia haber escrito ésto en género neutro, que valga para masculino y femenino. Creo que se pueden sentir identificados hombre y mujeres aquí. Pero no lo he hecho, porque esta entradada está dedicado a una mujer muy especial, a la que acabo de oir llorar al teléfono.


Nena, te quiero mucho ...que las den...no merecen la pena.